Me cuesta entender la operatoria de los Venture Capital en el mundo Bitcoin. Aunque sigan catalizando éxito y fracasos, su principal incentivo, la oportunidad de poseer una prometedora participación accionaria, parece pan de ayer. Hoy reciben tokens a cambio de su inversión. Ahora, si en la mentalidad de quienes apuestan a un protocolo criptográfico como tecnología para transferir valor, el Bitcoin es la mejor representación de capital, ¿entonces por qué un inversor entregaría Bitcoin o dinero clásico a cambio de un token?
Richard Dawkings sugiere que el dinero es un “token formal de altruismo recíproco retrasado”. Osea que de manera simbólica, formaliza un favor1 ocurrido en el pasado pero traído a memoria al momento del pago. Esto lo convierte en una herramienta porque facilita algo. Entonces, si como los estudios demuestran, el cerebro humano tiene la capacidad de monitorear la reputación de hasta 150 personas,2 ¿pudo la aparición de un mecanismo capaz de garantizarnos que un sujeto no-monitoreado no parta sin devolver o corresponder un favor terminar posibilitando el intercambio de favores en una escala mayor a la que nuestro cerebro era capaz de manejar? Suponiendo esto cierto, ¿fue entonces la aparición de dinero, en alguna de sus formas, lo que precedió al advenimiento de la explosión poblacional de las sociedades agrícolas y no al revés?
¿ICO mo lo hacemos mejor?
Lejos de la empomada distribuida que fueron las ICOs, algunos proyectos vienen a plantear algo interesante. Uno de ellos es MoneyOnChain. Su servicio reglamenta una precisa reubicación de la incertidumbre y la volatilidad, proveyendo una moneda estable con Bitcoin como sustento de ese valor. Además, plantean un esquema donde la mayoría de las nano-comisiones (hoy del 0,1%) terminan en las billeteras de quienes poseen tokens apodados con la sigla MoC. Estos MoC son poseídos en su mayoría por los inversores que bancaron este formidable proyecto.
El enfoque de la estrategia detrás de todo esto está en los incentivos. Pero también hay que contar con que todos los smarts contracts son open source. Eso abre las puertas a que otros copien ese código, y hagan su ReducedComissionMoneyOnChain. ¿Pero vale realmente la pena?
In Math We Trust (and in stuff which rely on Math)
Quienes razonamos en Bitcoin, sabemos que te coopta como herbalife. Lo tenías de oído y, gradualmente, la persuasión opera llevándote a pensar como un “creyente”. Ahora quien tiene el control no es el piloto del dedo gordo; es la masturbación mental. Aparecen pensamientos que lo confirman todo. El sesgo de confirmación une puntos en tu esquema mental de como funcionan las cosas. Constelaciones de ideas encuentran la manera de relacionarse con lo que sabés que ya funciona. Hay vida. Son ideas. Spinners, tan atractivos como absurdos. Pero funcionan.
El dinero después del dinero
La gente de MoneyOnChain entendió y puso en práctica al menos dos de los fundamentos filosóficos de este nuevo SMTP (Money Transfer Protocol) => Alineamiento de incentivos y acotación de la confianza requerida (trust minimization).
Los tenedores de tokens MoC, parte inversores, parte desarrolladores y, prontamente, una porción compuesta por ciudadanos soberanos, podrán decidir sobre cuáles actualizaciones se podrán hacer en el código fuente. Esto incluye agregar o quitar funcionalidades, como también la modificación del esquema de comisiones. Lo que va de la mano con un concepto conocido como gobernanza; y que debería acotarse al máximo si buscamos continuar pasando la posta (también conocida como el ethos del Bitcoin).
Un axioma de las poblaciones es que si una mayoría tiene el poder, lo intentará ejercer sobre otras minorías (en una línea de tiempo abarcadora). La idea de esta abstracta alucinación colectiva de capital es que el dinero funcione como Internet lo hizo durante la pandemia del Covid-19. Por eso y para reducir su fragilidad, si una actualización en el sistema financiero afectase a una fervorosa minoría, esta debería de poder impedirlo. Otra vez, KUDOS para MoneyOnChain porque su modelo de gobernanza permitirá vetar modificaciones en el código fuente distribuido si un 30% de la población lo considerase nocivo.
¿Y cuál es la Posta?
En el mundo blockchain existen programas llamados oráculos. Su función consiste en reportar datos relevantes del mundo real. El precio del Bitcoin en dólares. La tasa de cambio de Euros a Dólares. El costo del barril de petróleo. El resultado de una competencia deportiva. Datos verificables. Y apolíticos. Sintonicés un medio oficialista u opositor, el dato se mantiene por más que lo que varíe sea la interpretación.
Es uno de los campos más sensibles y necesarios.
Como hay dinero de por medio, hay que soltar la escuadra de arquitecto y vestir el sombrero de la paranoia. La paranoia oculta tremendo valor. Internet fue inventado como mecanismo para evitar que la unión soviética bombardee a EEUU. Si los rusos bombardeaban, y destruían, a la computadora encargada de los lanzamientos nucleares, los yanquis no iban a poder actuar de manera recíproca. Por eso, un poco de paranoia es buena; la necesitamos para protegernos de la sovietización.
Si están centralizados, los nodos oráculos son susceptibles a hackeos y manipulaciones. Si no lo están, su mejor interés estará en construir su reputación. Mentís una vez y, a la próxima, nadie te querrá volver a dar dinero para que les informes sobre un hecho que anteriormente tergiversaste. Alineando incentivos entre oráculos está Chainlink, un proyecto al que voy a investigar más porque parece que le clavaron una daga a este fantasmita del chamuyo fáctico.
¿Privacidad Primero?
Una blockchain es un libro contable. Sus permisos de escritura cotizan en un soberano y mercado. Pero también nos gustará tener en cuenta que transferir Bitcoin es similar a transferir un auto: quedan registradas las manos por las cuales pasó anteriormente. Si alguna de esas manos estaban sucias, o más adelante alguna entidad con potestad de castigo decide que lo estaban, puede que te comas una perseguida. Okey, puede que vos no; pero le puede suceder a una persona en uno de esos países africanos a cuya bandera la componen dos AK-47.
Pero después nos enfocamos en África. Crypto ayuda a África. África va a mejorar.
El Perro del Hortelano
¿Alguna vez te pasó, viste o escuchaste de una situación en donde una chica obstaculizó a un chico que estaba por ir a pasarla bien con su amiga?
“Si no hay para mí, no hay para nadie.” Opino, es el impedimento más peligroso que enfrenta el capital en su migración definitiva hacia la nación cibernética. Esto es así porque la retórica maquiavélica funciona. Cuando en Nueva York los burócratas regularon los servicios financieros con cryptomonedas, lo hicieron amparándose en el cuco del lavado de dinero. Una vez que la regulación fue desplegada, Benjamin Lawsky, el funcionario a cargo de diseñar la tramoya, renunció y se abrió una rentable consultora ofreciendo servicios que facilitan el complicado proceso para la obtención de la licencia para operar con Bitcoin dentro de NY. Lo podés ver en la película Banking On Bitcoin.
Si te ponés a ver de cerca al mundo financiero encontrarás que los bancos gastan cantidades voluminosas de dinero en un sector llamado Compliance. Vas a encontrar términos como AML (Anti-money laundering), Countering the Finance of Terrorism (CFT), Politically Exposed Person (PEP), Customer Due Diligence (CDD), y el ya famoso Know Your Customer (KYC).
Hoy, las Fintech deben tener un extremo cuidado sobre con quién operan porque pueden comerse una acusación que las puede llevar a la banca rota en menos de 24 horas, incluso si la acusación es falsa. El daño está hecho.3
El capo total en este tema es Juan Llanos. La lucha que se viene es interesante porque occidente querrá evitar que se les escapen de las manos los negocios actuales, mientras que al mismo tiempo tendrán que agilizar las regulaciones y permisos porque sino China podría primeriarlos al establecer su moneda virtual. Y en un mundo a gran escala, winner takes it all. Esto pertenece a un tema que escucharemos cada vez más: las CBDC ó Central Bank Digital Currencies. Por eso se necesitarán más programadores blockchain. Intuyo que muchas organizaciones gubernamentales deberán pagar mucho dinero si quisiesen contratar a personas con conocimiento tan valioso como específico. Pero como se mueven lenta y burocráticamente, pocas instituciones centralizadas terminarán sobreviviendo.
Importante: Anti-money laundering no se negocia. En Inglaterra la evasión impositiva también cuenta como AML. Se viene un partido súper entretenido.
Temas adicionales que veremos expandirse:
- Las Zero-Knowledge Proofs (ZKP)
- El mundo Argentinizandose:
- Pedido de dinero para pagar pensiones mientras que se incrementa la emisión monetaria para cancelar deudas.
- Bitcoin como un tipo de dinero externo a su gobierno contra el cual los ciudadanos primermundistas podrán referenciar cosa de encuadrar la (hasta ahora) invisible inflación.
- Inversores institucionales apostando a Bitcoin.
- ¿Bancos centrales comprando Bitcoin? ¿Alguien cree en los reportes de tenencias de oro del Banco Central Chino?
- Identidad Auto-Soberana con construcción de reputación verificable y distribuida. Esto va a cambiar todo gracias a las ZKP.
- Almacenamiento distribuido.
- Quizás la AVM permitiendo correr Smart Contracts escritos en Java (incorporación de varios millones de devs).
- Hiper volatilidad.
- Muchos sucesos extremos con impacto sistémico.
- Primera vez que un gobierno tiene competencia: si se utiliza Bitcoin como ladrillo para representar el sustento de una moneda nacional, cuando el dinero estatal pierda valor, se necesitará menos Bitcoin para simbolizarlo. Lo que esto provoque es complejo de predecir.
Influencia y Lectura Recomendada: Shelling Out: The Origins of Money – de Nick Szabo
- ¿la solución de un problema?
- Se sugiere que las tribus de cazadores-recolectores estaban compuestas en grupos de entre 100 y 150 personas
- Opino que todo hijo o hija de puta que acuse falsamente debería comerse el doble de los cargos por falso testimonio. Como mínimo.