Pensar sobre la desaparición del estado me parece demasiado estirado. ¿Puede desaparecer el monopolio de la violencia? Para eso debería haber competencia. Opciones. Alternativas. Pero el argumento va en que la opcionalidad en la violencia como servicio de protección reduce la eficiencia económica del territorio donde se ejerce. Entonces, no tenés opción; tenés lucha de mafias. Pero, no siempre es una o la otra, también contamos con protección en capas.
Sino fijate en Argentina. Tenés un estado, en teoría soberano, con fronteras, puertos y recursos naturales pero a 60 minutos de las urbes encontrás gente pagando un adicional para acceder a un nivel más elevado de protección perimetral.
Quiero aclarar que no estoy haciendo predicciones; aunque lo intentase, sería puro pifie. Mi propósito al explorar este tema es mero entretenimiento. La idea de pasar a cobrar menos pero aún igual poder comprar más me parece paradójica, lo que la vuelve más misteriosa y entretenida. Por eso no quiero no jugar con esta idea.
Las Leyes Y Los Matices De La Civilización
Los sistemas jurídicos actuales vienen siendo moldeados desde los inicios de la civilización. Se adaptaron y sobrevivieron a largos períodos de entropía. La civilización, por convención, decimos se origina con el inicio de la escritura.
Cuando nos situamos en el último 10% de historia de la humanidad encontramos que el reiterado despotismo de reyes ingleses contribuyó al diseño y creación de EEUU. Hubo pasos intermedios, pero su constitución apuntó a un modelo de gobierno capaz de re-equilibrarse ante los intentos de cooptación de algún poder en actitud patotera por sobre los otros. No es perfecto, pero viene sobreviviendo.
Esa base operativa influenció a varios juristas liberales, quienes forkearon esas ideas y las usaron como materia prima fundacional para sus naciones; con Alberdi en nuestro caso.1
Los pioneros en el desarrollo de la escritura arrancaron con arcilla. Fue por necesidades prácticas. Ellos, los sumerios, la usaban para escribir contratos y llevar registros contables, refiriendo por ejemplo a cantidades de cebada y otros commodities. Hoy la cosa cambió.
Lo digital aumentó los rastros de los movimientos de dinero –las transacciones comerciales. Y acá quiero tocar el tema de las CBDCs, por única vez. Veamos:
Por un lado tenés gente poniéndole queja online, donde lo normal es sentir rabia por la idea de políticos abogando hacia un mayor sometimiento del ciudadano vulgar; expirando ahorros y desacreditando las decisiones de cada uno sobre sí. Y en el otro extremo, sabemos que para alcanzar esto necesitás una forma de dinero donde el registro absoluto de movimientos contables facilitaría el rastreo del lavado de dinero de la obra pública, sindical y otras cajas de la política. Yo no la veo.
¿La dictadura del libro contable?
Dejame contarte el caso de un ex-jefe, ahora-director del área informática de un turbio municipio de Buenos Aires. Mis trabajos para él fueron codear sistemas administrativos2. Ahí aprendí que en libro contable tiene dos columnas: Debe (D) y Haber (H). Ambas deben balancearse, y la diferencia entre la sumatoria del Debe y el Haber debe ser cero. En algunos clientes, este balance no siempre daba bien, y entonces la persona responsable de contabilidad invitaba a mi jefe a solucionarles el lío. Y él, usando las credenciales de administrador de Microsoft SQL Server, modificaba o creaba asientos contables a gusto y listo: nadie era regañado.
Hoy todos sabemos qué origina a la inflación. Pero lo que busco notar con esto es la operatoria del mecanismo responsable de la degradación de la calidad del ahorro del ciudadano medio. La fuga es contable.
Al crear un túnel intra-temporal, el político expropia riqueza futura y la posiciona en el otro extremo del túnel como entrada en la columna del Haber. Lo balancea con un pagaré en la columna del Debe. Y ya sabés quienes terminamos pagando eso.
Osea, usando sus privilegios de administrador los políticos toman esta nueva y fresca masa monetaria y se la gastan donde más retorno les de, y además le alquilan dinero fresco a los bancos, quienes después se lo sub-alquilan a la siguiente capa social y así sucesivamente. Se lo conoce como el efecto de Richard Cantillon.
Sobre deudas, soberanos y acreedores.
La inflación es el sistema. Yo empecé este artículo fantaseando un nirvana mental sobre como sería el mundo cuando los países cancelen sus saldos comerciales en bitcoin.3Después encontré el libro Defendiendo la Deflación; y después Milei recomendó leerlo. Ueeppa!
Mientras lo leo, me doy cuenta de cuán poco sé de términos económicos. Algunos son fáciles, por ejemplo: dinero mercancía -> Lo identifico como commodity money. Hay también otras clases de dinero, como fiduciario, escritural o fiat. El del tipo mercancía funciona sin necesidad de que podamos escribir. El escritural no: para entenderlo lo podemos ver como un tipo contrato; el ejemplo más claro es un cheque.
Lo obvio de la deflación lo señaló Adam Smith, donde ante un incremento de la cantidad de mercancías y una oferta monetaria constante, el dinero aumenta su valor. De ahí derivamos una obviedad jodida de ignorar: lo (potencialmente) difícil de saldar deudas denominadas en una unidad de medida deflacionaria. Acá, entre otras, no termino de entender como funcionarían las hipotecas. Pero creo no estar haciendo las preguntas correctas.
A todo esto me pregunto también ¿qué significa que el gobierno de EEUU esté inerciado4 hacia a la bancarrota?, como mencionó Elon. En mi punto de vista, que en pos de evitar el default EEUU recurra a imprimir dinero es beneficioso para un país endeudado en dólares cuyo balance financiero da superávit, como exhibe la Argentina de Milei. No olvidemos que EEUU le teme a una deflación de precios.
Y ¿qué tan rápido, o cuánto puede el dinero aumentar su valor? ¿Podemos pensar en algo hiper-deflacionario? Ciertamente conocemos lo opuesto. Además, desde la óptica bitcoiner podemos identificar períodos hiper-deflacionarios. Ahora, ante el planteo de hasta cuanto puede el dinero aumentar su valor, Rothbard señala que «…La demanda de dinero no puede ser infinita, pues la gente debe seguir consumiendo, independientemente de las necesidades que tengan. Por tanto, la demanda de dinero no podría ser necesariamente infinita…»
Deflación: ¿Es Fácil Imaginarse un Escenario Catástrófico?
Profesionalmente, un monitor de alta resolución me penaliza cuando aplico un nivel inadecuado de paranoia. Si traslado mi sobre-entrenada paranoia al mundo concreto puedo pensar en una empresa donde el costo de reposición de sus productos subsecuentes es inferior. La reducción de sus costos seguro la vuelva también más competitiva, pero igual, al reducir sus márgenes nominales podría presentar quiebra ante deudas contraídas para cualquier motivo que hayan considerado válido. Sea comprar terrenos, máquinas (bien de capital), patente o servicios profesionales en el pasado.
Aunque la empresa probablemente quiebre, existen caminos a seguir. Una liquidación busca saldar el máximo posible de deuda vendiendo activos, probablemente, a alguien que los usará para producir también de manera más eficiente –aunque ahora con menos o nula deuda. O también se puede reestructurar. Ahí evitás la liquidación al negociar un cambio de manos de una parte accionaria. El mundo sigue girando.
Es verdad que esto puede iniciar una reacción en cadena. Y ha sucedido, muchas veces y con efectos violentos. Por eso los economistas mainstream repiten que la deflación es mala. En algún momento, la situación se acomoda, y los que la ven primero salen del modo atesoramiento de capital y pasan a invertir.
Ningún Precio Es De Acero
Los controles de precios no funcionan. Todos conocemos por experiencia cuando quien patotea es el señoreaje. Meten la mano en la lata y después rompen todo aún más cuando lo intentan ocultar. No mantienen rígida la cantidad nominal de dinero y pretenden rigidez de precios en servicios o bienes de consumo socialmente sensibles. Los datos indican que la rigidez de precios hacia la baja tampoco es viable. Tus servicios profesionales pueden ver disminuido su monto retributivo pero lo que ahorraste el año pasado podría comprar más durante el actual.
Aunque no suene bien, cualquier ley que busque limitar esto fracasaría. Necesitás saber cuanto necesitas trabajar para comprar un kilo de pan, cuantos kilos de pan compran un litro de nafta y cuantas horas de nafta compran un coche. Estos precios son dinámicos. Todos lo son. Cliché o no, lo única constante es el cambio. Y no el pifie de una de las reformas constitucionales de Argentina, donde quieren inventar que el gobierno tiene la potestad de definir la tasa de cambio. Es absurdo.
¿Qué tan atractivo es un mundo deflacionario?
El aspecto común entre la riqueza y el poder es cuánta energía puede uno comandar. Animales, humanos, máquinas, construcciones; su mantenimiento.
En un mundo deflacionario, el kilowatt cuesta cada vez menos en términos de cuantas horas trabajás. El agua es cada vez más barata de desalinizar. Los centros de Ski producen más nieve artificial y elevan gente a un menor costo. Me fantaseo haciendo más ocio en deportes extremos. Downhill en verano. Snowboard en invierno. Tractores apilando tierra, aplanando rampas. Bike parks con saltos donde el aterrizaje es sobre una pileta llena de cubos de poliuretano.
En un mundo de expansión energética, también volar es cada vez más accesible. Mejor aún: tenés a los países compitiendo unos con otros a ver quien cobra una menor tasa aeropuertaria. Reactores nucleares alimentando baterías de autos y camiones eléctricos. Incluso siendo la fuente energética de barcos que transportan contenedores. La reducción del costo de vida es generalizada.
Competencia De Monedas, ¿Hay Trofeo?
Argentina está buscando desmantelar las cañerías de emisión monetaria. Esto significa que bitcoin se diluye más que el peso argentino; sistema jurídico mediante. ¿Está Argentina endeudada en dólares? Claramente. ¿Me endeudaría en bitcoin? Ni en pedo.
Mientras Estados Unidos le siga teniendo cagazo a la falta de liquidez –y tenga déficit–5, seguirá emitiendo. Mantené esto en el tiempo y Argentina licúa su deuda. ¿Puede revaluarse el peso de tal manera que enchufemos la licuadora a la trifásica? Habrá que ver cuanto más puede el gobierno reducir la oferta de pesos… o incrementar la de dólares. En su momento 1 peso = 1 dólar. ¿Suena lejano? Fue hace 25 años… a ver qué tanto se para de manos la rigidez de los precios.
- Me cuesta no relacionar a esto con Nick Szabo, inventor el concepto de smart contracts (estudió informática y más tarde leyes)
- En VisualBasic 6!
- No como una cosa binaria y utópica
aunque sísino más bien como algo intermedio; estilo como el dólar que ocupa un buen porcentaje de los denominadores usados en contratos, y para cálculos financieros - En portugués existe el verbo inerciar
- hola Triffin dilemma