Como si fuese el comienzo de una película de acción, se ve gente que corre al doblar por una esquina cerrada al tránsito por una especie de vallado para autos. La vestimenta y manera de moverse del grupo de gente, indicarían que pertenecen a una hinchada de fútbol, y el motivo de la corrida da la impresión de ser un ataque, inesperado, del equipo contrario. Al comienzo de la embestida, el líder del equipo contrario arroja una bomba como las de los dibujitos animados: negra y redonda con una mecha encendida saliendo desde su cuello cilíndrico.
La cámara se sitúa en un hincha que rápidamente logra iniciar el escape. Mientras avanza, el hincha, perfilándose como actor principal, patea la bomba hacia adelante, con la mala suerte de que esta gira hasta quedar trabada en una especie de casillero vacío del piso hecho de baldosas. Uno de los hinchas, al iniciarse la rutina de sacrificio altruista, se tira sobre la bomba, explotando esta debajo de él y, protegiendo así al resto de sus camaradas que se precipitaban por el mismo lugar.
En el interín de las corridas, con piedrasos, gritos, y tiros de fondo, el equipo visitante se reagrupa para hacer frente a la emboscada lanzada por el equipo local. La escena se ubica en una vereda ancha decorada con macetas de gran porte y obstáculos varios que facilitan la protección de los hinchas de cada bando. Con las opciones limitadas y su vida en riesgo, los combatientes se lanzan cascotes, disparos y se ve claramente como un cuchillo con mango de hueso pulido termina clavado en el cuello de un hincha local tras el eficaz lanzamiento de nuestro actor principal.
Durante el momento de mayor acción de la batalla campal, se produce una tremenda explosión proveniente de, lo que pareciera ser, una pérdida de gas del negocio posterior. La onda expansiva de la explosión golpea a los hinchas de cada bando. Las alarmas de los autos empiezan a sonar y sobre el piso yacen los fallecidos cuerpos de los hinchas de ambos clubes. Cristales por todos lados, sangre y desmán se aprecian tras bajar la intensidad de la escena.
Nuestro actor principal, personificado por 110100110, se siente sufrido y entre risas, se levanta, con algunas lastimaduras leves en su espalda baja.
Por medio de una especie de truco cinematrográfico, la cámara hace un eficiente zoom out, y deja en un estado de confusión al espectador cuando se da cuenta que, mientras la escena ocurría, este se encontraba mirando a salvo a través de las hendijas de un rústico mueble dentro del negocio de en frente.
Investigaciones posteriores, sustentadas por replays de algunas escenas de la película, muestran que el ataque fue motivado por una venganza. El motivo fue el asesinato propiciado por la hinchada, ahora visitante, en el partido de la temporada pasada.
Nuestro actor principal, antifrágil, se levanta, ríe y con una actitud de desimportancia por sus lastimaduras, continúa su vida con la misma actitud optimista de siempre.