Según la psicología cognitiva, nuestra mente decide primero y, posteriormente, racionaliza dicha decisión. Una especie de ‘Siento por lo tanto Racionalizo’.
Aviso: No estoy seguro que este artículo aporte algo valioso. Sirve como masturbación cognitiva. Para pasar el rato. Aclarado eso, sigamos.
Sabiendo que el humano es una criatura de hábito, me encapuchó el deseo de querer saber si abonar nuestras expensas en cuotas sería capaz de afectar nuestra identidad; primero como individuos, y segundo como país.
Mi escatológica intuición me dice que al pagar en cuotas sin interés, lo que estamos haciendo es racionalizar un comportamiento tan automatizado cómo aflojar la escarapela dejando escapar un cálido y pequeño gas. Algo horrible. Pero placentero.
La realidad es que si pudiese elegir entre que me asalten una vez, y me quiten 12 mil pesos ó que me asalten 12 veces quitándome mil pesos en cada ocasión, definitivamente elegiría la primera. A lo que me viene el pensamiento de y qué carajo tiene que ver un choreo con las 12 cuotas sin interés. Y si la continuaría estaría méramente intelectualizando.
En general el proceso intuitivo de pensamiento funciona de tal manera que nos entrega conceptos que aparentemente pertenecerían al mismo dominio de ideas. Luego tenemos dos opciones, 1) analizar de qué manera le podemos sacar provecho, 2) ó bien enfocarnos en otra cosa porque realizar esfuerzo cognitivo produce fatiga y aguante mirar culos exuberantes en instagram.
Así que mejor apaguemos internet porque sino seguir con la idea se torna imposible.
Volvamos al tema de los asaltos. Duelen. No los queremos vivir. Preferimos evitarlos, y cuando no, al menos buscamos reducir su impacto.
Debo reconocer que las cuotas sin interés me molestan. El dinero tiene un valor. El valor, se creía, estaba intrínsecamente atado a los recursos empleados en la elaboración de un bien o servicio. La llamada teoría del valor de costo de producción. Por eso es que, tras eliminar el patrón oro, Nixon operó para que todos los contratos de petróleo utilicen al dólar como moneda de referencia. Si está asociado a la energía entonces es valioso, o así pareciera ser. Pero la realidad es que su asociación a la energía no lo dotaba de valor, sino su asociación a cuan importante considerábamos al petróleo.
La Teoría Subjetiva del Valor de Carl Menger sostiene que el valor de un bien no está determinado por ninguna propiedad inherente, ni por la cantidad de trabajo requerido para producirlo, sino por la importancia que un individuo le otorga para lograr sus fines.
Y acá es donde entra el tema de la utilidad y su conexión con el valor. Según Menger, la utilidad es la capacidad de algo para satisfacer necesidades humanas pero el valor de uso solo es exclusivo de los bienes económicos porque presupone escasez. Es lo que diferencia al agua del hielo durante el verano. Entonces para dotar al artículo que estoy escribiendo de valor, primero debo dotarlo de utilidad. Y lo útil sería, apreciado lector, que en las siguientes oraciones consideremos los posibles impactos psicológicos de andar costeando nuestras expensas en cuotas sin interés. La idea es que sirva para reconsiderar el uso de nuestros activos, el tiempo me viene a la mente. También el concepto de oportunidad.
Terminé mirando un video de cómo se forma el oro. Este flaco lo explica de manera interesante: