Viajar en una camper van en Australia es una experiencia soñada. Y si bien cualquiera que se lo proponga lo puede hacer, conocer ciertos detalles de antemano puede mejorar la calidad de la travesía.
Al momento de elegir una camioneta existen dos opciones. Por un lado está el alquiler de un vehículo equipado; que es la alternativa más práctica (y costosa). Y por el otro existe la posibilidad de comprar tu propia cama con ruedas, que es la opción más disfrutable.
La mayor de las ventajas que presenta el alquiler de una camper van es la paz de no tener que preocuparse por la mecánica del vehículo ni por el equipamiento para el viaje: te proveen todo. Los alquileres de un híbrido entre wagon/camioneta comienzan con un precio base de $120 por día, y de ahí para arriba. Es quizás lo ideal para quien busque viajar por menos de dos semanas.
En mi caso particular elegí comprar una camioneta japonesa del año 1993 con 230.000 kilómetros. Cualquier vehículo de motor japonés con menos de 300.000km es una apuesta segura. En cuanto a la adulteración del kilometraje, no es algo de qué preocuparse ya que la sociedad australiana tiene un balance moral admirable. Incluso podés preguntarle al dueño si sabe de algo que debería ser reparado. Yo lo hice y eso me predispuso a estar pendiente de la temperatura del motor, ya que el radiador tenía una pequeña pérdida; y de otra manera no me hubiera enterado. No tuve dramas. Adicionalmente, cuando inspeccioné el vehículo, su dueña se bajó y me dio las llaves para que vaya a dar una vuelta. Novedoso.
Manejar por las rutas Australianas es una experiencia hipnótica, especialmente durante la noche donde la señalización te coloca en un estado de trance ideal que sirve para canalizar ideas como si fuesen piezas de un tetris. Las rutas importantes son de tipo freeway, cuentan con más de un carril y la velocidad máxima está limitada a 110 km/h. Es un tope óptimo porque ayuda a reducir el riesgo de estrellarse contra algún canguro que ande saltando de la insomnia. Por eso muchos vehículos vienen equipados con señores paragolpes (y sería recomendable que el tuyo también).
La app infaltable para viajar se llama CamperMate. Te informa sobre los lugares donde hay baños, duchas donde especifica si son de agua caliente, descansos para conductores y los respectivos precios de los lugares en los que se cobra entrada, que no son todos. Es intuitiva, viene con colorcitos y todos los chiches.
El aire acondicionado sería necesario sólo si pensás manejar todos los días por la ciudad. Yo viví en Brisbane, que está bastante al norte, y no lo necesité ya que durante el verano viajé únicamente los fines de semana. Esencial, eso sí, es un ventiladorcito de 12V que sea potente: no puede faltar si sos una estufa humana y querés dormir bien.
Algunas camionetas vienen equipadas con panel solar y batería extra. Pero guarda porque al utilizarla se me quemó un celular que, si bien los pibes Apple me reemplazaron sin chistar, esperaba no sufra ningún contratiempo. También se pueden encontrar campervans con microondas y heladera. De considerarlo categoría de lujo, podés ir por una heladera portátil cuyo hielo recargás cada dos días en una estación de servicio por $4.
Otro elemento infaltable es la cocinita portátil con sus respectivas ollas y condimentos. De interesarte comer sano, te sugiero condimentar tus vegetales, envolverlos con aceite en papel aluminio y cocinarlos ó en tu hornalla ó en cualquiera de las parrillas eléctricas estratégicamente posicionadas. El pack de 4 garrafitas de gas cotiza $4 en Bunnings (una especie de Walmart australiano).
La mejor manera de ahorrar dinero sin robar es ubicar la parte de las heladeras en donde los supermercados agrupan los productos que están por vencer. Y el mejor horario es alrededor de las 9/10 de la mañana ya que a esa hora los empleados filtraron y rebajaron los productos que se deben que ir.Para dormir la alternativa más elegida es hacer noche en uno de los diversos, seguros y gratuitos centros de descanso ubicados al costado de la ruta (están listados en campermate). De querer dormir en alguna playa fijate que esté alejada de los pueblos ya que pernoctar en lugares no habilitados se multa arriba de $500.
Otra alternativa consiste en parar en un hostel, dormir dentro de la camper van y pagar por el uso de las instalaciones. El precio se ubica entre $10 y $15 por persona; más barato que los $25/$30 que se pagan habitualmente. De estar en una ciudad, haber bebido y necesitar descansar en la calle lo mejor es estacionar pasadas las 10pm donde haya poca luz y se cumplan 2 condiciones: que tu camioneta pase como un vehículo más y donde parezca que la gente ya esté durmiendo (ventanas sin luces prendidas). Tapás todo, bajás un poco las ventanillas para que no se empañen los vidrios y al otro día te vas sin dejar nada de mugre.
Finalmente queda recuperar parte del dinero invertido. Para la venta del vehículo se requiere hacer una inspección técnica que cotiza $80 (depende de cada estado) y completar unos papeles que podés solicitar de manera gratuita en cualquier oficina del automotor. De necesitar irte del país y no llegar a vender la camioneta le podés dejar los papeles firmados a alguien de confianza. Yo la publiqué tres días antes de irme, con algunas de las fotos que viste hoy, a $5800 (la pagué $5500) y se vendió a las dos semanas de haberme tomado el avión. Cerré la operación por $5000. En total, el alquiler por 6 meses me costó $500, una ganga.
¿Sugerencias adicionales? Comprar sombrilla, sillas, adaptador usb para cargar el teléfono a través del encendedor, caja completa de herramientas ($50), un seguro contra terceros ($23 por mes) y luego relajate y tirate a descansar en tu hamaca de $15.