Durante años me preocupé por saber si mi performance era adecuada. No quería que se me baje. Quería hacerlo bien, durar como un motor japonés.
El estallido de internet dio lugar a la movida de los Pickup-Artists. Sexo fácil. Teorías aplicables. Pensamiento lineal, if-else-then, estrategias, tácticas y mucha, pero MUCHA masturbación cognitiva. ¿Le encontraré la vuelta?
La etiqueta de sistemas está asociada a poco sexo. Muchos encajan cómodamente dentro del estereotipo de pibe de sistemas. Es la triste verdad. Las pantallas están invadiendo las esquinas tiempo-espaciales de nuestra existencia al nivel que ya ni es necesario ser de sistemas para caber dentro del molde. Se está perdiendo el ping con la realidad. Viajar te lo devuelve.
El miedo a conectar genuinamente con otro ser humano reemplazó a la histórica fobia de hablar en público. No es necesario ser un genio para saber que para coger (gratis) hay que hablar; no podés establecer confianza de otra manera. Quizás sepas que la social-proof activa interruptores de atracción sin necesidad de hablar. Y es un poco lo que obtenés como efecto secundario de tus viajes por el mundo. Paso a explicar.
El cerebro es bueno haciendo asociaciones. A todo el mundo le gusta viajar, lo asociamos a sentimientos positivos. Cuando volvés de visita las amigas de tus amigas te miran distinto. No sólo eso. Como tu salario se multiplica, tus ahorros crecen más rápido y podés tener más vacaciones trabajando menos. Eso te habilita a recorrer muchos países y ver distintas culturas, lo que te permite vencer al miedo de conectar con otro ser humano de manera natural. Además, al viajar empezás a categorizar como aventurero. Es un buen casillero para estar, la imaginación es todopoderosa.
Lo bueno de trabajar en una oficina es que disponés de tiempo para huevear. Leés artículos que reestablecen la mentalidad sexual que el mainstream se encargó de estropear y en consecuencia dejás de preocuparte por tu performance. Gradualmente vas dejando de ser una oveja, empezás a vivir como un lobo y pasás a coger como conejo. Aumenta el feedback positivo y tu líbido junto a tus ganas constantes son apreciados en vez de ser algo por lo que estar apenado. Pero la vida no siempre es bella.
También existen momentos duros. Es una mezcla entre la noche oscura del alma y lo que los griegos lo llamaban Hubris. Ocurren cuando sentimientos de megalomanía te encierran dentro de una prision mental. Los dramas llaman la atención porque hay algo por resolver, una lección que aprender. La salida es instrumentar una interpretación que le sirve a la parte de uno que quiere lo mejor para uno.
Uno de los dramas que ataca a los hombres es el complejo de la madonna-prostituta. Refiere a la tensión producida por la contradicción de desear a una mujer sutil, dulce y delicada y al mismo tiempo que sea un Ser con quien vivenciar todo del arcoiris de nuestras perversiones sexuales — incluído el color negro. Un autor elaboró una interpretación fantástica. Lo redefinió como fantasía de la pureza. Y es eso. Una fantasía. Comprenderlo me ayudó a diluir cualquier prejuicio sobre las fantasías de las mujeres. ¿Te preguntaste por qué es entretenido ponerse una teta en la boca? Son neuro-químicos haciéndote sentir bien. ¿Y cuando ella se pone una pija en su boca? Lo mismo. Nuestra naturaleza es algo para disfrutar, no algo de que avergonzarse.
Volviendo a la pregunta original, ¿se coge trabajando en sistemas por el mundo?
Si hay sequía en casa, también habrá en el extranjero. Lo lindo es que la identidad es refactorizable. Como a mucha gente de sistemas, a mi caracteriza la obstinación. Viajar me abrió la cabeza, que en sintonía se sincronizó con algunas piernas. No hay que ser nada especial para juntar un par de banderas. Lo más interesante de viajar es que te desarrolla como persona, reformulás modelos mentales y dentro de buses y aeropuertos contás con tiempo que puede ser utilizado para nutrirte de libros. Para un pibe estructurado viajar le produce lo que comer sano a las mujeres — incrementar su valor en el mercado socio-sexual.
Última: ¿te animarías a viajar un añito sabiendo que la expectativa de vida de nuestra generación es de 100 años?