• Skip to main content

Pienso Luego Pienso

Ocio al mejor postor

Salvajismo

julio 28, 2017 By Facundo

Ser peludo me desanimaba. Mirarme al espejo equivalía a localizar algún pelo que arrancar. “Este es distinto. está demás” me decía procurando reducir la tensión.

A mis 20 años, pensando que solucionaba algo, le echaba la culpa a mis viejos por mi genética.

Llegué a editar una foto con la intención de colocarme ojos de color azul.

El diálogo interno era una infinita queja caprichosa: pelos por doquier, brazos con muchas venas, cejas muy gruesas. Todo era un drama.

No es de extrañar que ganabas la atención de los gays; comunicabas que rechazabas tu masculinidad.

Años más tarde te animás, largás todo a la mierda y te vas del país.

Te mudás a Münich.

Te las arreglás cómo podés.

Tus amigos son una fiesta.

Te visitan en el Oktoberfest.

Está lleno de mujeres escotadas.

Pensás que te las vas a garchar a todas.

Pero no sucede.

Te comiste el casette de que eras lindo e inteligente.

Te das cuenta que no sos especial.

Lo único que terminás garchando es a tu mano. Te garchás a vos mismo.

Tu ego se derrumba cual casita de cartas.

 

Estás adentro de un pozo.

Pasa el tiempo.

Está cada vez más oscuro.

Te das cuenta.

Dejás de cavar. Empezás a buscar.

Encontrás cosas que no sirven.

Seguís insistiendo.

Identificás un problema.

Y empezás a encontrar soluciones.

Dejás de ser un patético nene de mamá y te hacés cargo de tu vida.

Entrenás.

Empujás el umbral del dolor.

Pasás a la ofensiva.

Le aflojás a la marihuana.

Iniciás tu ataque contra la gratificación instantánea.

Transformás tu curiosidad. La convertís en tu mejor aliado.

Aprobás tu naturaleza primitiva y cavernícola.

No era nada serio.

Crecer es dolorosamente entretenido.

Le vas a encontrar la vuelta.

Ya identificaste al próximo enemigo.

Relacionado

Filed Under: Uncategorized

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.

 

Cargando comentarios...