Me siento como un mercenario en época de paz. Mi exterior informa calma pero mi cabeza se siente cómo la frontera de México con EEUU.
Regresar a la oficina tras tomarse un añito sabático es raramente vigorizante y nunca reconfortante; peor si es con sistemas legacy. Nunca más.
Elegí venir a Australia. De regresar a una oficina, lo recomendable es conseguir un trabajo bien pago y desafiante. La idea es no ser un operario de ensamble, sino diseñar la línea de producción. Es más divertido, especialmente si te gusta construir cosas. Y, para esta ocasión, me construí un hermoso mundo imaginario sostenido por expectativas que son como columnas erigidas con baldes de plástico vacíos apilados uno arriba del otro.
IT tiene campos divertidos. Sistemas multithreading, trading algorítmico, inteligencia artificial/machine learning, bases de datos orientadas a grafos ó procesamiento distribuido real-time. Divertirse trabajando es posible.
El incentivo para la motivación es lo que se podría hacer con el sueldo: viajar por Australia, ir al mundial de Rusia y hacer un viajecito por latinoamérica son metas nobles. Veamos las estimaciones:
- Ahorro requerido: unos u$s 25 000.
- Salario anual neto: alrededor de u$s 75 000.
- Sueldo tras 10 meses de trabajo: unos ∼43k.
- La batalla: gastar sólo 18k en un país caro como Australia.
Si trabajaste 3 de los últimos 24 meses quizás necesités hacer unos dibujos técnicos en el CV. A las empresas no les gustan los espacios vacíos en tu carrera. Además, en Australia hay un tipo de carnada que los recruiters no comen – working holiday. El límite laboral de 6 meses socava las chances de conseguir un trabajo divertido.
Hay puestos que aburren sólo de leer los requerimientos y, para otros, la National Geographic debería dedicarle un episodio de Megaconstrucciones. Para no confundirlas no hay que desestimar las alertas amarillas de las entrevistas.
De mientras sigo viviendo en un hostel en donde los backpackers son copados y la mayoría de los pibes laburan en la construcción. Seguiré buscando la manera de transformar mis columnas de baldes de plástico vacíos en algo semejante a una pirámide de granito. De alguna manera le encontraré la vuelta.