Estoy viviendo en un hostel en Sydney. Ayer dos uruguayos me comentaron que habían ido a un strip club y querían ir de nuevo. Dijeron que las minas estaban buenas, la entrada era gratis y que la birra costaba lo mismo que en el boliche (10 dólares). Motivos convincentes.
Una de las bailarinas, además de estar muy buena, le estaba poniendo mucha onda. Cuando me acerqué a depositar un billetín, ella, tras un pequeño baile, colocó sus tetas en mi cara y, presentándome su corpiño como alternativa para colocar mi modesto homenaje, aproveché la oportunidad y le propicié una merecida besuqueada de tetas. Momento de mucha presencia1. Como exprimidor de los límites que soy, tiré besos a diestra y siniestra, solo deteniéndome tras escuchar un dulce “easy with the kissing”. Continuó el baile; alguna mirada y, tras tomar una cerveza más, regresé con mis amigos al hostel. Fue una noche divertida.
Hoy alrededor del mediodía uno de los uruguayos cayó con una bomba. Me dijo que al lado suyo había una chica cocinando y que, intuía, era la misma bailarina cuyas tetas besuquié la noche anterior. La curiosidad me movilizó, fui a la cocina, y comprobé, en efecto, que era ella. Cruzamos miradas cómplices, pero no hubieron palabras.
Momento sopresivo.
La bailarina era backpacker, se hospedaba en el mismo hostel que nosotros y yo nunca le había prestado atención.
Fue como si alguien hubiese disparado un proceso batch enfocado en analizar todos los posibles escenarios. Estilo partido de ajedrez. Y eso sobrecarga a mi mente. El famoso análisis parálisis. Es como si sufriese un ataque DoS (denegación de servicio).
También sé que soy adicto a la intelectualizar. Ante la posibilidad de tener razón versus estar equivocado, la aversión a la pérdida agarra el volante.
Hasta acá, la teoría suena muy linda. Pero esto no arregla mi DoS. Ni es algo práctico.
Me gusta resolver problemas. Y como todavía no logré estar más allá del bien y del mal, quería saber si problema –como concepto– es bueno ó malo.
Así que busqué los sinónimos de la palabra problema:
- duda, pregunta, cuestión, incógnita, dilema, ejercicio, enigma, rompecabezas, asunto
- disgusto, preocupación, contrariedad, dificultad, contratiempo, inconveniente, obstáculo, impedimento, traba
Me atraen las incógnitas. El disgusto está en que obstinado en evitar perder, mi diálogo mental se dirige hacia pensamientos catastróficos del estilo “Uy no hiciste nada para sumar puntos, seguro restaste porque debe pensar que sos un pajero”… la vieja y conocida vergüenza.
La piba anda noviando con un inglés en el hostel. Y yo sigo enamorado de los problemas.
Interpretaciones… terreno para seguir trabajando.