La gente dice que sé relacionarme socialmente, pero la realidad es que muchas veces me siento como un desubicado.
No soy un marciano social, pero me he sentido incómodo ante un simple silencio, a veces oriento conversaciones hacia temas sin sabor, y otras veces pongo a la gente incómoda sin saber por qué.
«Mi ambición está limitada por mi pereza.» – Charles Bukowksi
Soy programador. Es la profesión más cómoda, mejor remunerada y más perezosa que pude encontrar. Gracias a los recruiters/headhunters ni siquiera tengo que esforzarme en buscar trabajo.
Pero estaba cansado de la oficina. Quería un trabajo en donde pueda pulir mis habilidades sociales, quería que mi puesto favorezca mis probabilidades de tener sexo, y quería que toda la movida sea divertida y con buena onda.
Así fue que en Mayo, en medio de la primavera europea, me propuse a encontrar el trabajo que quería.
Tras presentarme en una docena de hostels en Varsovia – con un curriculum totalmente inadecuado para la ocasión – fui contratado en el hostel más agradable de la ciudad. ¿Mi responsabilidad? Trabajar en el bar vendiendo vino y cerveza mientras ponía mi propia música. Parecía surrealista.
Entretenimiento (mucho)
Encontré el laburo ideal para quienes disfrutamos de la variedad de estímulo. El hostel es un dealer amigo. Te suministra experiencias nuevas todos los días.
Viajeros de todo el mundo, nuevas amistades, algún huésped que piensa que va a tener sexo, y como fracasa, al salir de la habitación se desquita golpeando las paredes con un extinguidor… sin recordar nada al otro día!!! Ó por ejemplo, que tu jefa te despierte con la noticia de que hay 2 chicas en la recepción diciendo que su amiga nunca regresó y que, antes de perderse, estuvo a los besos con un huésped que vos le presentaste.
Uff… despertarse así es novedoso. Sin dudas.
Al final el huésped resultó ser un buen pibe. La pendeja era vueltera y el holandés, con sus 30 años, ya no estaba para juegos. La cuestión es que las polaquitas estaban ebrias y se perdieron en los vaivenes de la noche. Las chicas se reencontraron de nuevo al mediodía.
Varsovia es una ciudad segura. No hay necesidad de preocuparse.
El Efecto Halo
Hay otro punto a tener en cuenta. En este tipo empleo es muy jodido quedar afuera del chusmerío.
Unos días después de comenzar, pregunté si podía por mudarme a vivir en el hostel. En ese momento estaba viviendo con una polaca, y como la relación no funcionó, quería mudarme. Me ofrecieron cambiar trabajo por hospedaje, sin cobrar sueldo, y acepté.
Iba todo bien hasta que con el pasar de los días empecé notar un clima de tensión en el ambiente. Había menos conversaciones, los saludos eran cortos, e incluso recibí uno o dos maltratos injustificados. Era la primera vez que trabajaba con tantas mujeres juntas. No entendía nada.
Tras haber agarrado confianza con una compañera, le comenté que me mudé al hostel tras haber terminado una relación. De manera casi mecánica, Anna, mi compañera, esbozó la próxima pregunta del libreto: “¿Por qué finalizó la relación?”
¿Mi respuesta? “Había poco sexo”
Error Garrafal
Las mujeres detestan esa explicación. Es como ir a una entrevista de trabajo y hablar mal de tu anterior empleador.
Pasé de compañero buena onda a ser el pibe nuevo que no coge.
Lo peor es que era verdad. Venía muy bajoneado emocionalmente, viviendo sin rumbo; y transmití mi realidad de aquel momento. Peor aún, existía otro hecho que jugaba en mi contra. Claramente yo no era el primer hombre que va a trabajar en un hostel con la idea de ponerla.
Para mi suerte, en la misma semana, y con intenciones similares a las mías, comenzó a trabajar Carlos. Su responsabilidad era organizar salidas, eventos y fogones al lado del río.
Tras haber sido devuelto por la polícía al encontrarlo borracho durmiendo en la vereda –en su primera noche–, haber tiroteado a medio staff del hostel y apurado a varias huéspedes, a Carlos lo echaron a las dos semanas cuando las cámaras de seguridad lo registraron durmiendo borracho a la entrada del edificio. Un héroe.
Me salvó. Todo el alboroto se robó la atención y tuve un respiro para conectar con la gente del hostel.
Fue un lindo rebranding. Disfruté del bar, me hice muy amigo del staff y, más adelante, organizando los eventos compartí excelentes momentos con muchos huéspedes de todo el mundo. Sin dudas el mejor laburo que tuve hasta ahora.
Win-Win
Tuve otro contratiempo. Se me acabaron los ahorros mientras trabajaba a cambio del hospedaje.
Si bien se puede sobrevivir con los paquetes de fideos que la gente deja al irse, yo quería comer carne. Resulta que el hostel pagaba € 10 por cada calificación positiva que contenga nuestro nombre. Entonces me dediqué organizar placenteras salidas y esperar a que los huéspedes escriban una review con mi nombre.
El problema era que los hijos de puta rara vez cumplían su palabra. Así fue que, hinchado los huevos y determinado a volver a comer milanesas, empecé a negociar alegría: le daba mi laptop al huésped – con la review ya escrita – , él se logueaba, la publicaba con su usuario, y yo le regalaba una cerveza. Ganaba él, ganaba yo. Y ganó el hostel que quedó liderando el ranking de tripadvisor.
Todo sea por seguir morfando milanesas.
Habilidades Sociales
Si tu interés es ser más sociable, trabajar en un hostel es la que va. Es un fructífero entrenamiento social.
Esto es lo que aprendí:
- Romper con varios prejuicios, por ej. nacionalidades
- Desarrollo del arte de escuchar
- El respeto/aceptación
- Contacto visual
- Reconocer la cara del nice guy: sonrisa falsa (utilizando solo la boca), cejas arqueadas, confunde respeto con aprobación ⇒ Neediness: yo también estuve ahí, y no quiero regresar.
- Conectar con hombres de mucha confianza. Pude observar, modelar y aprender algunos nuevos puntos de vista.
- La mirada con las pupilas dilatadas al gustarle a una mujer (mucho crédito al bar!)
- Aprender a contar mejores historias (todavía me falta un trecho..)
- Reconocer y aprender a lidiar con gente negativa.
- Comprender como sumarse a un grupo en medio de una charla.
- Identificar y crear situaciones win-win
- Un poco de persuasión (organizando pubcrawls la gente decidía ir a otro bar)
- Sentir las tensiones corporales en situaciones de incomodidad (y aprender a relajarme)
El requerimiento principal para trabajar en un hostel es ser optimista. Compartir una agradable charla birrera con tu futuro jefe es suficiente. Haberse hospedado en varios hostels alrededor del mundo también suma.
Conclusión
Es una experiencia recomendable si te interesa acelerar el desarrollo las habilidades sociales sin sentirlo como algo agotador.
- Lindo ecosistema: Está bueno para pasarla bien. Es un período cargado de historias y elevada autoestima. Lo negativo: la confianza es situacional, tiene un fuerte punto de referencia externo. Al mudarte de ambiente se pierde el círculo social que armaste.
- La buena onda de los viajeros suma mucho. Le agregan mucha vida al ambiente. Además sirve para comprender qué califica como valor social.
- Sirve para practicar el control emocional: se requiere buena predisposición y nunca falta la persona que te quiere cagar el día. Puede ser agotador. Ayuda a desarrollar la paciencia y ser más tolerante.
- Hay muchos huevos: En general el ratio de hombres/mujeres suele ser bastante alto.
- Me hizo darme cuenta que para hacer daygame tengo tener un estilo de vida que me siente bien.
La próxima elegiría un lugar montañas ó mar, también me gustaría tener una habitación privada. Y por el bien de mi hígado evitaría laburar en un party hostel. Es jodido seguirle el ritmo a la fiesta todos los días.
Siento que tuve una membresía de acceso temporal a la secret society (no me gusta el nombre, pero es lo que hay)
Y por último, me atrapó el nacimiento de una idea que da indicios de apuntar a algo grande. Estaba cómodo. Me encontraba haciendo lo que quería, sentía abundancia y tenía mucho control emocional: tenía la capacidad de relajarme al sentir alguna tensión en mi cuerpo. La sensación al caminar por el hostel y alrededores es símil al relax post-entrenamiento intensivo, mezclado con algunos rasgos de MDMA.
¿Qué otras maneras se te ocurren para divertirte mientras ejercitás las habilidades sociales? Por ejemplo, coordinador de viaje de egresados suena muy tentador…