Desde un punto de vista financiero, utilidad y propósito representan un mismo casillero – el de los beneficios de capital. Desde una óptica analítica, lo útil lo es si sirve para un propósito; pero también, la mera asignación de un propósito puede revalorizar lo inútil y convertirlo una provechosa manera de interpretar una situación. Sería entonces, uno como medio para lo otro.
2) ¿Dónde la identidad decide si algo le es útil?
Nada supera la utilidad de un cristalino vaso de agua para el hombre sediento. Las historias que nos contamos, y la disposición de las partículas que nos componen cuentan la película sobre la vida de cada protagonista. El magnetismo gravitacional de cada visión moldea su propio canal, como un río avanzando al mar pule a su paso las asperezas que le ofrecen resistencia. Allí, donde la tensión resultante entre dos fuerzas anhela ese ofuscado equilibrio, la naturaleza de la utilidad se dirige excusándose de su voluntaria ceguedad. 1
3) ¿Cuáles son los mecanismos que nuestro cerebro utiliza para identificar aquello útil?
Lo importante es lo que funciona. La naturaleza descarta lo inservible, se esmera en ser eficiente. Como dice el principio de Fermat, la luz elige la distancia más corta para lograr su recorrido en el menor tiempo posible. Sin embargo y a veces, lo ulteriormente útil pasa desapercibido hasta cuando desde la sorpresa emerge una novedosa –y significativa– posibilidad. Intención y curiosidad se yuxtaponen. Gatilla el circuito. Lo ordinario deja de serlo2.
4) ¿Qué dimensiones temporales definen las distintas especies de utilidad?
El cambio es la única constante. Por lo tanto todo es descartable. La posibilidad de reiterar una interacción indica re-usabilidad. Fósforo versus encendedor. Ahora, si la aplicación de una fuerza incrementase su propia capacidad de acción, estamos ante una especie totalmente distinta. Piedra versus bola de nieve rodando colina abajo. Memorizar versus comprender. En una escala de tiempo los suficientemente larga, la fuerza compuesta termina siendo más poderosa. Habemus Potenciación.
5) ¿Cuál es el nexo entre lo útil y lo revolucionario?
Lo que normalmente consideramos drama, no es más que intención más obstáculo. Interferencia. Cada interferencia tiene su respuesta. Cada respuesta tiene su actor. Y cada actor obedece a su libreto. En infantes que todavía no pueden hablar, por ejemplo, si un tercero le impide llevarse la comida a la boca, el niño responderá de manera violenta. El comportamiento agresivo es innato.
El desarrollo del lenguaje dotó a los seres humanos con la capacidad de contar historias. Las historias tienen sus dramas. Y, las buenas historias resuelven la tensión implícita a cada drama (lo que no dice que no se crearán nuevos dramas). Con vistas a resolver dramas colectivos, los seres humanos relatamos ficciones. Actuamos de manera cooperativa entretejiendo redes donde imaginamos e interpretamos soluciones a obstáculos compartidos. El sistema legislativo-judicial es la historia del estado-nación. El decidir éticamente es la historia de la religión. El intercambio de valor es la historia de la moneda.
Lo útil es lo que funciona. Lo que funciona para unos, es revolucionario cuando también funciona para muchos otros. Sencillo.
6) ¿Cuáles son los límites de lo problemático?
La frontera de lo problemático está siempre abierta a interpretación. Sin embargo, como un médico de guardia bien sabe, al criterio de priorización lo dicta el riesgo que introduce el paso del tiempo. Lo que inevitablemente ocurrirá antes. Si lo bueno es bueno por comparación, lo problemático dejaría de serlo (tanto) si apareciesen cuestiones que vuelvan más importantes a otras alternativas.
7) ¿Cuándo dos conceptos como una palanca y un punto de apoyo pasarían a ser simbióticos?
Integridad. Para operar correctamente, palanca y punto de apoyo deben estar a la altura de su reputación. Si alguno de los dos falla o se rompe, no pasa nada. Se volverán a fabricar. Y lección para la próxima. Su integridad dota al combo no sólo de utilidad, sino también de valor; como pasa con los Mitsubishi EVO que los equipos de rally argentino importaban para desplazarse con vigor.
8) ¿Puede lo bello ser inútil?
Primero habría que comprender las fuerzas evolutivas responsables de haber moldeado nuestras preferencias por lo bello. Visualice el lector un entorno árido, de tonalidad marrón clara, con un aspecto desértico y polvoriento. Ahora compárese con un vasto y cristalino lago, sobre el que reflejan verdes montañas de variadas dimensiones; dispuestas en el horizonte, solapadas entre sí.
Este último escenario, ciertamente, despierta un mayor atractivo estético. Allí, no casualmente, también emana más vida. Esto presenta mayores oportunidades para alimentarse y, en consecuencia, transmitir código genético a la próxima generación. Lo que termina conservando la placentera respuesta, producida por la contemplación de lo bello.
En ese caso habría que preguntarse, ¿en qué situaciones ó bajo qué contextos está lo bello desprovisto de toda utilidad?