Esto es la vida ahora: un flujo constante e interminable de sin sentidos y basura auto-referencial que pasa a través de nuestros ojos y hasta nuestros cerebros a la velocidad de una pantalla táctil.
El mes pasado, Kim Kardashian “rompió internet.” Y por “rompió internet,” me refiero a que photoshopeó una foto de su culo desnudo y la puso en la portada de una revista.
Pero, claramente, porque es un culo desnudo, y porque ese culo pertenece a Kim Kardashian, la foto fue republicada una trillonada de veces, llevando a los adultos a poner sus ojos en blanco y soltar una carcajada ante la locura de todo esto, mientras los adolescentes reían y se masturbaban.1
Los medios de comunicación sacaron largas tiradas sobre cuan lascivas y sin clase eran las imágenes. La gente luego se quejaba de que los medios le daban a estar mujer – una mujer cuyo logro en la vida fue nada más que haber nacido rica y cogerse raperos – demasiado tiempo de aire. Luego la gente remarcaba que criticar a los medios por publicitar a Kardashian irónicamente le daba a ella aún más atención y presencia cultural. Siendo la internet, esta gente fue reprendida por ser vírgenes con barba-de-cuello y sus madres fueron amenazadas con violencia sexual. Los barba-de-cuello luego responden creando memes irónicos que incluían el culo pelado de Kardashian con una máquina de espresso. Todo el mundo tiraba jajjjajjaj y continúa con su vida.
Y esto es porque ella todavía es famosa.
Kardashian se convirtió en la representación de casi todo lo que odiamos sobre la era de las redes sociales: contenido sin sentido que no te gusta ver, pero que por alguna razón no podés quitarle el ojo. Y porque nadie posee el auto-control para quitarle el ojo, el contenido sin sentido se desparrama cual fuego forestal, creando una interminable experiencia online a lo producción en serie de choques con destrucción total donde todos quedamos boquiabiertos, mironeamos, discutimos y/o nos burlamos de algo durante 12 minutos hasta que nos distraemos con la próxima colisión.
Existen tres quejas comunes en contra de las redes sociales y la internet en general: 1) que nos está volviendo narcisistas y superficiales,2 2) que está haciendo mierda nuestra habilidad para mantener relaciones significativas y por lo tanto volviéndonos más solitarios,3 y 3) que está interfiriendo con nuestra habilidad para concentrarnos y llevar a cabo “las pajereadas más importantes” en nuestras vidas.4
Interesantemente, luego de una pizca de investigación, resulta que ninguna de estas declaraciones es completamente acertada. Las redes sociales no causan necesariamente que la gente se vuelva más narcisista, sólo le otorga más oportunidades a los narcisistas para entregarse a su narcisismo, y a una audiencia mayor.5 No está interfiriendo ni con la cercanía que sentimos hacia otros o hacia cuantas personas nos sentimos cercanos, simplemente expande nuestra red de conocidos casuales y la cantidad casual de nuestras interacciones sociales.6 Y aunque la tecnología presenta más oportunidades para distraernos (lo que luego veremos), también facilita la transmisión de información, herramientas para colaborar y oportunidades para organizarnos.7
Lo que estoy diciendo es que todo el argumento de “internet nos está arruinando” es un gran problema. Probablemente sea la mera ansiedad que siempre producen las nuevas tecnologías. Cuando inventaron la radio y la tele, la gente se quejaba de que el cerebro de todos iba a explotar. Cuando se inventó la imprenta, la gente pensó que iba a destruir nuestra capacidad de hablar elocuentemente. Quejas sobre las mentes de los niños siendo arruinadas por la tecnología son tan viejas como la tecnología misma.8
La tecnología moderna no nos está cambiando. Está cambiando a la sociedad. Hay una diferencia. Una es cómo nosotros somos, y otra es simplemente cómo reaccionamos todos los días ante el mundo que nos rodea. La era de las redes sociales está cambiando la economía básica de nuestras vidas cotidianas. Lo está cambiando de manera profunda, formas en las que la mayoría de nosotros probablemente no notamos. Y sorprendentemente son personas como Kim Kardashian quienes se están aprovechando de ello.
LA ECONOMÍA DE LA ATENCIÓN
Si alguna vez has estado en un país realmente pobre ó con gente que creció en una pobreza espantosa, notarás cuanto hablan de comida – su comida favorita, qué van a comer este finde, cómo les gusta hacer esto y no aquello, y así sigue la cosa.
Mucha de las vidas y conversaciones de estas personas gira en torno a la comida por el simple hecho de que la escasez de alimentos hace que parezcan increíblemente importantes. El hecho de que prefieras frutillas por sobre naranjas importa mucho cuando raramente podés costear cualquiera. Pero en las culturas del primer mundo donde la comida nunca es un problema, las discusiones de comida entre la mayoría de las personas son superficiales y usualmente terminan tras unos segundos.
A lo largo de la historia humana, la gran escasez económica fue la tierra. Había una limitada cantidad de tierra producible, por lo tanto había una limitada cantidad de comida. Y porque la cantidad de comida era limitada, la mayoría de las preocupaciones cotidianas y los quilombos políticos involucraban a la tierra. La mayoría de las personas se pasaba sus vidas contemplando en qué tierra iban a trabajar, qué iban a cultivar, qué tipo de cosecha esperar, y así sucesivamente. La comida siempre estaba en la mente de la gente.9
Eventualmente, cuando la revolución industrial llegó, la principal escasez no era más la tierra, ya que las máquinas ahora pueden ayudar a cultivar alimentos más que suficientes para todos. Ahora la nueva escasez era la mano de obra. Necesitabas gente entrenada que opere todas estas máquinas para hacer todas esas cosas novedosas así vos podías hacer dinero y ser rico. Por eso, por algún par de siglos, el principio organizativo en la sociedad estaba basado en la mano de obra – para quien trabajabas, cuánto ganabas, y cosas así.
Luego, en el siglo XX, se producía más de lo que cualquier persona podría necesitar o podría comprar. La nueva escasez en la sociedad ya no era la mano de obra o la tierra, la escasez ahora era el conocimiento. La gente disponía de muchas alternativas para comprar cosas con su bien ganado dinero, pero no sabían qué comprar. Por eso, la gente pasó la mayor parte de su vida cotidiana tratando de descular cuál era la mejor pasta de dientes, qué podría hacer un hornito eléctrico, cómo gastar su bono de fin de año en sus vacaciones y esas cosas. Los campos de publicidad y marketing fueron inventados y vinieron a dominar a la sociedad, ya que fueron las maneras de diseminar la información que la gente necesitaba para asignar sus recursos apropiadamente.
Todavía me seguís? Porque acá es donde internet y los smartphones hicieron concha todo – o, ajem, donde “alteraron” todo.
Con el advenimiento de internet, la escasez principal en la sociedad ya no es la información. De hecho, ahora hay más información de la que cualquiera de nosotros podría saber qué hacer. Si deseás informarte acerca de un nuevo producto, podés acceder a un artículo de la Wikipedia y 500 reviews de Amazon en 10 segundos. Si querés hacer un repaso sobre el proceso de fotosíntesis, podés cazarle la onda en unos pocos minutos. De necesitar saber todos los actores con los que Kevin Spacey ha trabajado, lo podés descular en segundos.
La escasez en nuestro mundo ya no es el conocimiento. Hay una abundancia de este, así como hay abundancia de mano de obra y abundancia de tierra.
No, la nueva escasez en la era de internet es la atención. Dado que hay un excedente de información, más información fluye a través de nuestra sociedad de lo que cualquiera de nosotros podría alguna vez procesar o comprender, el nuevo cuello de botella de nuestra economía es la atención. Ahora vivimos en una economía basada en la atención.10
Es por eso que hoy todos somos bombardeados con más de 3,000 anuncios publicitarios por día. Es por eso que esos anuncios se vuelven más locos y sinsentido — como el Geico gecko or el pibe de Old Spice — porque la meta de los anunciantes no es más la información sino simplemente atención.
Es por eso que las redes sociales están repletas de títulos extravagantes como, “Pensé Que Iba A Morir, Pero Después Nunca Creerías Como Este Oso Polar Salvó Mi Vida,” y cuando lo clickeás, te lleva a una serie de GIFs boludos ó a un video de YouTube que no tiene nada que ver con osos polares pero en su lugar está embadurnado de anuncios.
Es por eso que la política se está convirtiendo cada vez menos sobre políticas prácticas y más sobre acciones dramáticas diseñadas para atraer atención positiva o negativa a varios actores y partidos políticos.11
Es por eso que todo se está convirtiendo en una versión de porno liviano: videos musicales, comerciales, películas y realities de TV. Y cuando no es porno liviano, es algún otro tipo de pornografía: comida porno, asesinato porno, desastre porno, o propiamente dicho, porno de la vida real. La pornografía recibe atención. Y hoy, la atención es lo que vende.
Es por eso que Kim Kardashian es famosa y ha continuado siendo famosa por la mayor parte de la década por ningún otro motivo que — adivinaste — ya es famosa! Esta mina no contribuyó absolutamente nada a la humanidad. Sin embargo en la era de la atención, ella es el maldito Maestro Yoda. Ella entendió todo.
Kim Kardashian es una genia. No a-lo-Einstein genio. No a lo “resuelve ecuaciones diferenciales en su cabeza pero no puede atar su cordones” genio. Pero ella es una genia. Una savant. Ella es la Maradona de la atención. De la misma manera en que un autista prodigio puede contar 2,318 escarbadientes tirados en el piso con solo mirarlos, Kim Kardashian puede llamar la atención de decenas de millones de personas con el chasquido de su ojete.
La calidad de la atención no importa. Lo que importa es la atención. La atención es un activo, el activo más valioso en la nueva economías. Millones de globos oculares la siguen a donde sea que vaya y ella lo exprime con su culo-aplanadora. Gana millones de una app de mierda para iPhone que no hace nada y un show de TV que no muestra nada. El simple hecho de que aparezca en un boliche le permite a los dueños cobrar $2500 la entrada. Por sus apariciones públicas, ella cobra más dinero que un ganador de Premio Nobel. Forbes estima que sus ingresos el año pasado fueron de $28 milliones.
Pero agarrar estúpidos y convertirlos en ricos y famosos no es nada nuevo en nuestra cultura. Si bien la economía de la atención exacerba el problema, no lo creó. Pero cuando aplicamos la economía de la atención en otras áreas de nuestra vida, nos encaminamos hacia algunos problemas.
COMO LA ECONOMÍA DE LA ATENCIÓN PROMOCIONA EL EXTREMISMO
Las redes sociales son el modelo de negocio de la economía de la atención. Dependen completamente de glóbulos oculares y clicks para generar sus ingresos. Para lograrlo, diseñan algoritmos que te muestran la información más interesante y llamativa disponible en tu red social. Si tu newsfeed estuviera repleto de cosas aburridas y típicas del día a día, dejarías de mirarlo. Entonces, Facebook te muestra las ocurrencias más extremas en tu red social por la sencilla razón de que los eventos extremos del día atraen la mayor atención.
Esto viene con efectos drásticos no sólo en nuestras percepciones de la sociedad como un todo, sino también en cómo percibimos nuestras vidas personales.
- Si pareciera que “todos” se están casando o teniendo hijos o viajando espectacularmente al rededor del mundo o haciendo algo copado y divertido y sexy, no es sólo porque estamos expuestos a estos eventos en números desproporcionados. No es que todos estén teniendo experiencias de vida geniales todo el tiempo, es que siempre somos mostrados las espectaculares experiencias de la gente todo el tiempo. Como resultado, muchos de nosotros empezamos a sentir un constante dejo de “faltazo” cuando en realidad tenemos una percepción hiper-sesgada de lo que está sucediendo en la vida de nuestros compañeros.
- La economía de la atención recompensa a quienes son narcisistas y auto-promocionales porque esta gente se destaca en obtener atención. Por lo tanto, pareciera que todo el mundo se está volviendo más superficial y absorto en sí mismo, cuando de hecho, estamos llanamente volviéndonos más expuestos a las auto-promociones de otros.
- Políticamente, el más extremo, radical e ignorante de los puntos de vista obtiene el mayor tiempo de aire. Por lo tanto, pareciera como si el mundo estuviese espiralanado hacia un gran agujero de mierda, cuando en realidad, estamos siendo expuestos a las personas extremistas mucho más seguido que que antes.
- Amenazas como el Ébola o terrorismo se vuelven sensacionalizadas, no porque en realidad sean así de amenazantes, sino por su extremidad y su capacidad para recibir atención. Es más probable que te coma un tiburón mientras te parte un rayo que morir en un ataque terrorista. Hay más chances de que te mueras de gripe este año que de morirte de Ébola, alguna vez. Sin embargo, en nuestra cultura, se siente como si el mundo estuviese en un constante estado de colapso inminente.
- Eventos inútiles pero dramáticos como un pezón que se escapa, escándalos, entrevistas errantes, y famosos haciendo boludeces de famosos pareciera que estuviesen tomando mucha mayor significación cultural de lo que realmente son. Si Kim Kardashian mañana fuese chocada por un camión y muriese, estoy seguro que verías el típico festival de duelo y funeral televisado, ¿pero alguien realmente la extrañaría? ¿Se alteraría la vida de alguien? Probablemente no. De hecho, probablemente tengamos otro muy buen album de Kanye.
Cuando mirás a todas las quejas sobre las redes sociales, smartphones, y la internet en sí, la mayoría de las quejas se reducen a una sola cosa: atención. La gente ya no tiene capacidad de atención. Ya no se enfoca en lo que está en frente suyo. La gente ya ni siquiera te suelta una palabra durante la cena.
La concentración es lo que genera éxito en el largo plazo. El enfoque conduce a relaciones más profundas y significativas. El enfoque determina que tan bien podemos mejorar en algo. Sin embargo, nuestra economía actual constantemente proporciona incentivos para desconcentrarnos y hacia – eeyyy, ¿viste ese video del pibe en la moto que aterrizó sobre el auto? Una locura!
De todos modos, ¿de qué estaba hablando? Ah si … el enfoque. La nueva era presenta problemas de atención, no de felicidad, narcisismo o soledad. Y como señalan los críticos de la tecnología, este problema no va a desaparecer, simplemente va a empeorar.
LOS SILENCIOSOS BENEFICIOS DE LA ECONOMÍA DE LA ATENCIÓN
Pero la economía de la atención trae consigo una serie de beneficios sociales. Varios de los cuales no son muy obvios para nosotros. De hecho, alguno de los beneficios son en realidad dolorosos de alguna manera.
Tomá, por ejemplo, la reciente exposición de que Bill Cosby es (muy probablemente) un violador. Este tipo fue un modelo a seguir por décadas y tomó ese rol seriamente, viajando a través del mundo dando conferencias sobre valores y responsabilidades. Mujeres lo han estado acusando de violación por años, sin embargo fue la economía de la atención que finalmente permitió que las alegaciones se abrieran paso hacia la consciencia pública de manera significativa.
Pre-internet, cosas como abuso sexual o derechos de los gays o racismo instransigente o la fallida guerra contra las drogas, todas eran conceptos abstractos que nunca tuvimos que confrontar de alguna manera tangible. Eran cuentos de hadas de tierras lejanas. No tenían nada que ver con nosotros.
Pero las nuevas tecnologías ponen estos problemas justo en frente de nuestras caras, una y otra vez, nos guste o no. El abuso sexual sucede y la mayoría de los perpetradores son castigados. Los LGBT son humanos también, y merecen ser tratados como tales. La guerra contra las drogas es un fracaso total y arruina las vidas de millones de personas. Y porque esas experiencias ahora son fácilmente transmisibles y experimentadas por grandes franjas de la población, vemos que estas políticas sociales cambian más rápido que nunca.
En los últimos 5 años ha habido una ola de protestas y movilización política, principalmente en el mundo en desarrollo. Desde Egipto a Turquía, Brazil, México, millones de personas puede reaccionar inmediatamente ante los problemas políticos y demandar cambios en gobiernos históricamente corruptos. Obvio, la mayoría no funcionan. Pero algunos de ellos sí. Y por lo menos, alteran el discurso político. Sino mirá lo que ha estado pasando con el racismo en EEUU y Ferguson y Eric Garner. Independientemente de lo que pienses, el problema del racismo y la brutalidad policial se te impone. Yo no podés mirar para otro lado. Hay videos. Hay nenes muertos. Es imposible no mirarlo, y por lo tanto una problemática que ha existido tanto tiempo como el país está siendo confrontada más seriamente de lo que ha sido durante décadas.
Pero más allá de las políticas, la tecnología beneficia nuestras relaciones, incluso aunque no lo reconozcamos. Somos la primera generación que la tiene fácil para contactar viejos amigos de la escuela y la facultad. Somos capaces de estar en constante contacto el uno con el otro, para mejor o peor. Nunca, transmitir importantes eventos de la vida o situaciones de emergencia en el mundo fue tan fácil. Viajar y relaciones a larga distancia – románticas o no – son más fáciles que nunca. Uno puede irse al extranjero por meses ó años y nunca sentirse “desconectado” con lo que está ocurriendo en casa.
Obviamente, la tecnología no debería reemplazar el tiempo cara a cara y las interacciones personales. Pero puede definitivamente suplantarlas.
Y, por supuesto, está la amplitud de información disponible a nuestro alcance. Por todos los dolores de cabeza que la economía de la atención puede causar, ese es el costo de tener información ilimitada accesible en cualquier momento. Solías tener que ir a la biblioteca para hacer una investigación. Solías tener que llamar a un negocio para saber si tenían algo en stock. Solías tener que comprar un mapa y estudiarlo por cinco minutos para entender hacia dónde querías ir.
Nos olvidamos muy fácilmente de cuál era el punto central en todo esto: la disponibilidad de conocimiento libre e ilimitado. Estos beneficios están tan diseminados y ubicuos que ni siquiera podemos recordar lo que era no tenerlos. Y, como resultado, sobre estimamos qué tanto estas tecnologías nos lastiman y subestimamos que tanto nos están ayudando.
Si, la economía de la atención vino con nuevos desafíos sociales como robo de identidad y cyberbullying y forros que mandan mensajes mientras manejan. Pero no tiremos las frutas frescas con las podridas.
El problema no es la tecnología en sí misma, es como elegimos usar la tecnología. No está sirviendo o le estamos sirviendo?
Estos son los nuevos desafíos que las nuevas generaciones deben enfrentar. Nuestros abuelos tuvieron que aprender a dominar su tiempo y energía para poder sacar ventaja de la economía laboral. Nuestros viejos tuvieron que dominar sus mentes y su capacidad de resolución de problemas para poder tomar ventaja de la economía del conocimiento. Nosotros debemos aprender a dominar nuestro enfoque y nuestra auto-consciencia para aprovechar adecuadamente la economía de la atención.
Acceso ilimitado al conocimiento abre las puertas a oportunidades ilimitadas. Pero sólo para quienes aprendan a gestionar el nuevo dinero: la atención. En la nueva economía, el activo más valioso que podés acumular puede no ser la plata, puede no ser la riqueza, puede que ni siquiera sea conocimiento, sino la capacidad de controlar tu propia atención, y concentrarte.
Porque hasta que seas capaz de controlar tu atención, hasta que seas capaz de hacer la vista gorda, a voluntad, de todas las cosas brillantes y pezones tomando aire, hasta que no seas capaz de conscientemente elegir qué cosa tiene valor para vos y qué cosa no, vos y yo y todos los demás seguiremos siendo suministrados de basura indefinidamente. Y no mejorará, sino que empeorará.
En el futuro, tu atención será vendida. Y puede que, los únicos capaces de capitalizarlo, sean quienes pueden controlar la propia.
Ahora, si me permitís, tengo algunos videos de gatos haciendo boludeces para mirar.
- Como regla general, los adolescentes siempre se ríen y se masturban
- Buffardi, L. E., & Campbell, W. K. (2008). Narcissism and Social Networking Web Sites. Personality and Social Psychology Bulletin, 34(10), 1303–1314.
- Marche, S. (2012, May). Is Facebook Making Us Lonely? The Atlantic.
- Vitak, J., Crouse, J., & LaRose, R. (2011). Personal Internet use at work: Understanding cyberslacking. Computers in Human Behavior, 27(5), 1751–1759. Las comillas fueron completamente inventadas por mí y no por ellos.
- Ryan, T., & Xenos, S. (2011). Who uses Facebook? An investigation into the relationship between the Big Five, shyness, narcissism, loneliness, and Facebook usage. Computers in Human Behavior, 27(5), 1658–1664.
- Vitak, J., Ellison, N. B., & Steinfield, C. (2011). The Ties That Bond: Re-Examining the Relationship between Facebook Use and Bonding Social Capital. In 2011 44th Hawaii International Conference on System Sciences (HICSS) (pp. 1–10).
- Leif Jarle Gressgård. (2011). Virtual team collaboration and innovation in organizations. Team Performance Management: An International Journal, 17(1/2), 102–119.
- La psicólogo super estrella de Harvard Steven Pinker escribió en el New York Times sobre ello: Mind Over Mass Media. También lo discute en su nuevo libro
- Muchas de las ideas de esta sección son de The Fourth Economy: Inventing Western Civilization por Ron Davison.
- Estaba tan orgulloso de mí años atrás cuando se me ocurrió esta idea — de la atención como el nuevo principio organizador del siguiente siglo. Pero por supuesto, alguien más inteligente que yo estuvo ahí como 10 años antes que yo. Michael Goldhaber escribió un artículo famoso en Wired por 1998 llamado “Attention Shoppers!” donde él fue el primero en describir la economía de la atención. Es una gran “cosa” desde entonces.
- Un ejemplo de hace algunos días atrás: diecisiete estados comandados por republicanos están demandando a Obama por sus órdenes ejecutivas sobre la inmigración. Este es un claro acaparamiento de titulares de un caso que probablemente no tiene sustancia o posibilidad de cambiar algo.