En general pensamos que no estaríamos jugando cuando en realidad lo estamos.
Pienso que no tomarse las cosas en serio es una especie de superpoder. Uno que todavía no tengo. Incluso llegué a googlear “qué significa tomarse las cosas en serio”. ¿Obsesivo?
Hace unos días asistí a un evento titulado “The Serious Business of Playfulness”. Allí me hice de una lista que define ciertas clases de jugadores. Aunque la lista no es estática, facilita la compartimentalización de ciertos estados mentales:
El Bromista
Es el jugador básico y extremo a través de la historia. Su juego gira torno a cosas sin sentido. Los padres hacen que sus niños se rían al hacer sonidos tontos ó pedorros, y generalmente haciendo el ridículo. Los bromistas adultos hacen jodas prácticas y quizás busquen aceptación social al hacer reir a otras personas. El bromista ocasionalmente dota de una voz a verdades que solo pueden ser expresadas con humor – como el bufón en la época medieval.
El Kinestésico
Estos son a quienes les gusta moverse para pensar. Pueden ser los más felices bailando, nadando, caminando, jugando al fúbtol o haciendo yoga. Mientras que juegan, no se centran en la competencia.
El Explorador
Explorar puede ser físico–ir a nuevos lugares; emocional–búsqueda de un nuevo sentimiento o sensación; o mental–investigando una temática.
El Competidor
Es una persona que entra en el juego creativo y disfruta de una competencia con reglas específicas. Ellos disfrutan jugar para ganar. Los juegos pueden ser solitarios o sociales –un videojuego solitario or un juego social como el fútbol. Usualmente le ponen la ficha al resultado.
El Director
Los directores se divierten planificando y ejecutando escenas y eventos. Son organizadores innatos. En su rol óptimo, ellos brindan las fiestas. En su peor, son los manipuladores. El mundo entero es un escenario y el resto de nosotros somos solo jugadores dentro del juego del director.
El Coleccionista
Cualquier objeto aleatorio puede ser un juego equitativo para un coleccionista. Pueden coleccionar antigüedades, vinos, corbatas, ó viajar por el mundo para ver eclipses solares. También pueden disfrutar de la colecta como una actividad solitaria ó encontrarla en foco de una intensa conexión social con otras personas.
El Artista/Creador
Para el artista/creador, el deleite se encuentra en la creación. Esto puede ser pintar, trabajo en la madera, el tejido, armado de muebles o jardinería. Pueden exponer sus creaciones ó nunca revelárselas a nadie. El punto es hacer o decorar algo.
El Narrador
Para el narrador, la imaginación es la clave para el juego. Pueden ser novelistas, dramaturgos, ó simplemente gente que disfruta leer historias ó mirar películas. Cualquier cosa –por ejemplo, un partido de tenis– puede potencialmente ser visto como un drama emocionante.